Un grupo de estudiantes y profesionales, que forman parte del equipo del Ministerio de Vivienda, Tierras y Hábitat Social de La Rioja, resultó ganador del tercer puesto del concurso académico nacional de ideas "Hábitat emergentes", que busca impulsar propuestas innovadoras de viviendas de emergencia con eficiencia ambiental, en contexto del Covid-19. El equipo de La Rioja fue seleccionado entre 521 grupos participantes de todo el país.
En el marco de la emergencia por COVID-19, el Estado Nacional, a través del Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat y el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, realizó una convocatoria a escala nacional con la finalidad de invitar a estudiantes universitarios, docentes e investigadores a presentar propuestas de viviendas con eficiencia ambiental que puedan construirse en situaciones de emergencia. El concurso se organizó en conjunto con la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación. Contó con el acompañamiento del Consejo Interuniversitario Nacional y es financiado con una donación del Fondo Global para el Medio Ambiente, administrado por el Banco Interamericano de Desarrollo.
Del certamen resultó ganador del tercer lugar, de la Región NOA, el proyecto "Ayni", presentado por integrantes de la Subsecretaría de Hábitat, del Ministerio de Vivienda, Tierras y Hábitat Social, conformado por Candelaria Montivero (graduada, Arquitectura, Universidad Nacional de La Rioja); Paula Garello (graduada, Arquitectura, Universidad Nacional de Córdoba); Laura Sánchez (estudiante, Arquitectura, Universidad Nacional de La Rioja); Sabrina Chumbita (estudiante, Licenciatura en gestión organizacional y recursos, Universidad Nacional de La Rioja); Maximiliano Parisi (estudiante, Arquitectura, Universidad Nacional de La Rioja); Cyntia Ceballos (estudiante de Arquitectura, Universidad Nacional de La Rioja); Lorena Caleri (docente/investigadora, Arquitectura, Universidad Nacional de La Rioja) y Mayra Hoffmann (Ingeniería de Recursos Naturales Renovables, Universidad Nacional de La Rioja).
El objetivo de “Hábitats Emergentes” era presentar propuestas de viviendas con eficiencia ambiental que pudieran construirse en situaciones de emergencia, así como proponer nuevas ideas y soluciones a problemas vinculados con poblaciones que deben enfrentar el colapso habitacional.
Al respecto, la subsecretaria de Hábitat, Paula Garello, quien integra el equipo premiado, resaltó que "Ayni está pensado para relocalizar familias en el contexto de una emergencia, por esta razón su facilidad de armado permite emplazarla en un sólo día, con mano de obra reducida y no especializada". Además agregó que esta vivienda de emergencia se adecúa al clima propio del noroeste, presentando áreas intermedias similares a tipologías rurales locales y a su vez brinda ventilación apta para proteger a la familia del mosquito aedes aegypti.
Garello adelantó que el premio será utilizado para desarrollar el primer prototipo de Ayni. Detalló además que al ser un módulo realizado con materiales reciclados, será necesario en esta etapa acopiar la mayor cantidad de material posible para la fabricación de las partes.
"Dentro de este proceso, el paso siguiente será reunir material reciclable, el cual es transformado en plantas de reciclaje riojanas, establecer nuevos convenios con instituciones para que nos aporten sus residuos y generar interacción con organismos que aporten mano de obra voluntaria, la cual será capacitada por nuestro equipo para conformar cuadrillas de trabajo", explicó Garello.
La subsecretaria expresó que durante el proceso de armado del proyecto constataron situaciones habitacionales de extrema precariedad, y la sanidad es uno de los mayores beneficios que aporta a los grupos familiares esta vivienda de emergencia. "Este módulo ayuda a las familias a dejar de usar la tierra como piso, porque Ayni se eleva sobre pilotes. Al sacar el piso de tierra evitamos muchas enfermades respiratorias, y estadísticamente, de acuerdo a experiencias similares con viviendas de emergencia, se reduce la mortalidad infantil. Ofrece también aislamiento térmico con un cerramiento más hermético".
Agregó que "la diferencia a nivel térmico, tanto para verano como invierno, es abismal, y es una acción mínima. Aparte de mejorar la calidad de vida, aunque sea momentáneamente, mejora muchisímo la salud y permite en situaciones como estas, donde estamos atravesando una pandemia, y donde el índice de contagios es elevado, aislar rápidamente a un miembro de la familia que se haya contagiado".
Finalmente, Garello sostuvo que el modelo Ayni tiene una vida útil de 10 años, por lo que cuando una familia deja de habitar el módulo, al conseguir una vivienda definitiva, la vivienda de emergencia puede ser utilizada por otra familia que lo necesite.
AYNI
El proyecto debe su nombre y concepto a prácticas ancestrales de reciprocidad comunitaria fundadas en el “devolver lo que se ha recibido” y “recibir como devolución lo que se ha dado” de la cultura andina, fue premiado por un prestigioso jurado integrado por profesionales nacionales e invitados internacionales. Surge como producto de la maduración de muchos años de trabajo proyectual, territorial, y la conjunción de aprendizajes en materia de hábitat de emergencia, de quienes hoy conforman la Subsecretaría de Planificación, Hábitat y Desarrollo Sustentable en conjunto con la Coordinación Experimental de Diseño Estratégico, ambas del Ministerio de Vivienda, Tierras y Habitat de La Rioja.
Este prototipo de vivienda de emergencia se desarrolla desde las lógicas de habitar con la premisa de generar el menor impacto posible en su implantación y de utilizar materiales generados a partir del reciclaje de residuos sólidos urbanos, provenientes de una campaña ambiental realizada desde la Subsecretaría para clasificar y recuperar los residuos sólidos de los ciudadanos y de diferentes instituciones.
El módulo base de la vivienda de emergencia tiene la posibilidad de armarse en las situaciones climáticas más desfavorables en el transcurso de un día, sin mano de obra especializada y sin la necesidad de herramientas eléctricas, con la posibilidad de adicionarse a nuevos módulos proyectados con sistemas sanitarios sustentables y de acondicionamiento climático pasivo, de manera individual o en diferentes conformaciones de campamentos.
Ayni está pensado para relocalizar familias en el contexto de una emergencia, por esta razón su facilidad de armado permite emplazarla en un sólo día.